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Muchos centros para el cuidado infantil, poco diseño…

| 6.2.06
Con cierta preocupación he visto como de una manera rápida muchas casas, comunes y corrientes se convierten fácilmente en “guarderías” o como ahora los llaman:
Centros Infantiles.

Apuesto a que la mayoría de nosotros de nunca nos hemos fijado en este detalle, personalmente no lo hice hasta el momento en que recibí una llamada, en la que querían tener una reunión de trabajo conmigo, el tema a tratar era: “un centro infantil”.
Acudí a la cita y la sorpresa fue grande para mí por el motivo que el centro infantil iba a funcionar en la planta baja de una casa, muy mal distribuida cabe decirlo.

Al recorrer el espacio, desde el principio no me parecía apropiado para albergar a tantos niños, aún no puedo imaginar como en ese espacio podían estar juntos más de 10 niños.
A primera vista el lugar tenía problemas básicos de seguridad como:
El interruptor de la luz del baño estaba demasiado alto para un niño, el inodoro era demasiado alto también, y la tina de baño era potencialmente peligrosa por las aristas que tenía.
Saliendo del baño, fui al espacio destinado para “las aulas”, en ese momento eran aún los dormitorios del departamento. Mis observaciones a priori, fueron ahora en contra de las ventanas, los armarios, las tomas de la red eléctrica, el material del piso y la pintura de la pared.
El recorrido continuó y claro está encontré muchos otros problemas que saltaron a mi vista, como las baldosas cerámicas recién colocadas en el piso de la sala, “para que sea más fácil limpiar” según la persona que guiaba mi recorrido.
Al fin del recorrido llegamos al patio, que iba a ser transformado en el patio de juegos, un lugar con poco espacio y de nuevo con muchos problemas a la vista.

Cuando le comenté a mi guía mi opinión acerca del espacio, la respuesta que recibí fue una cara larga solamente. En una charla posterior con la misma persona, me dijo que lo que necesitaba solamente era que: “le pinte las paredes con los dibujos animados de moda” y que le ayude a hacer el letrero que iba a poner en la puerta.

Aquí vale la pena dividir el comentario en dos partes, la primera sería: el diseño en las guarderías. Y la segunda el crecimiento de centros infantiles sin control ninguno.

El diseño, otras disciplinas y los Centros Infantiles.

Personalmente pienso que un lugar destinado para el cuidado de niños debe ser pensado con una fuerte carga interdisciplinaria, el diseño debe estar siempre presente en un proyecto de esta magnitud, podríamos hablar de ergonomía, antropometría, psicología del color, accesos, señales, objetos para enseñanza, sitios de juego… y la lista continúa. Esto sin dejar de lado a la arquitectura que también es una parte fundamental, las maestras parvularias calificadas y con ellas la psicología y el respectivo hacer de las prácticas docentes.
Relegar al diseño a pintar paredes y hacer bonitos letreros es desperdiciar el mismo, lastimosamente esa es la actitud que aun percibimos en el país, en el que el común de la gente piensa solamente que el diseño es pintar o hacer dibujitos bonitos.
Hemos hablado ya mucho de esta actitud y no quiero redundar en la misma así que no me extiendo más.

Los Centros Infantiles y el control de los mismos.

Desde aquel día cada vez que paseo por la ciudad, me encuentro con más “casas-guarderías” en las que observo problemas similares o peores, si la comparamos la casa del ejemplo anterior. Una vez pude ver una “casa-guardería” en la que el “patio de juegos” es un balcón en un tercer piso, sus dimensiones no superaban los 2 metros cuadrados y la seguridad que los dueños de la guardería brindaban era hacer una jaula sobre el balcón, con la conocida “malla de gallinero”.

De este tipo de problemas graves puedo enumerar por lo menos cien, pero basta de quejarse y pensemos: ¿en el país quien es el encargado de vigilar este tipo de establecimientos? La respuesta es, el Ministerio de Bienestar Social, éste otorga las autorizaciones de funcionamiento para los Centros Infantiles y debería vigilar ciertas normas de funcionamiento, lastimosamente ésta práctica no existe ya que de lo que pude averiguar el Ministerio no hace revisiones de los lugares destinados a ser o convertirse en Centros Infantiles.
El Ministerio de Educación tiene poca ingerencia en los Centros Infantiles, ya que sólo entran en su competencia cuando las “guarderías” tienen primer grado de básica. Pero al igual que el Ministerio de Bienestar Social, el Educación tampoco efectúa revisiones.
¿A quién entonces podemos decirle que las “guarderías” que nos rodean son peligrosas para los niños que habitan ahí por lo menos 4 horas al día?

Juntando de nuevo las dos ideas:

Nos damos cuenta que la educación ahora es un negocio.
Muchos inversionistas-dueños de casa entonces pensarán:
“Si invierto menos en la adecuación de un local, entonces las utilidades llegan mucho antes y tengo plata más rápido”. Ésta premisa va obviamente en contra de los niños de los Centros Infantiles ya que el supuesto “gasto” se traduciría en un gran beneficio para ellos.

Si, todos pensamos que es un “gasto” cumplir normas, cuidar la seguridad de los niños y crear el ambiente necesario para que un niño se desarrolle de la mejor manera entonces nunca contrataremos a los profesionales destinados para hacer de un Centro Infantil un lugar seguro y cómodo con todas las prestaciones que este sitio debe brindar.

El gran resultado es que seguiremos teniendo Centros Infantiles, que tengan personal sin el conocimiento que tienen las maestras parvularias, guarderías que funcionan en casas hechas por el maestro mayor solamente, casas que tienen el cableado eléctrico hecho sin precauciones y claro juegos, murales, actividades hechos por el cerrajero de la esquina…

Espero que esta realidad pesimista cambie para bien, con el único fin que los niños sean felices y jueguen tranquilos en su Centro Infantil o Guardería.


Comentario:
Paul Astudillo
pastvboy@gmail.com

1 comentarios:

Anónimo at: 11:16 dijo...

Totalmente de acuerdo, como maestra preescolar simpre me ha preocupado la falta de control al escoger un edificio para un centro preescolar y mas aun cuando el asunto se ha convertido en un negocio y no se le da prioridad a las necesidades básicas de esos niños, como la seguridad.

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